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El Impulso de un Nuevo Ritmo

Una nueva sensación de claridad invade todo mi ser, y en los últimos días la he sentido más presente y vibrante que nunca.


Es una experiencia que entrelaza velocidad, claridad, enfoque, una perspectiva ampliada y una sensibilidad que abarca cada aspecto de mi vida.

Su presencia se ha hecho especialmente evidente en el ámbito profesional y en las relaciones con las personas de mi círculo más cercano.


Me siento sostenida en un continuo de presencia, donde las palabras brotan de mis labios sin esfuerzo: elocuentes, precisas y profundamente genuinas. Me permito verbalizar directamente las sensaciones que emanan desde lo más profundo de mi ser, sin interferencia, de forma directa y clara. Me observo en este proceso, como si me desdoblara, y aunque no comprenda del todo el mecanismo que me impulsa a vibrar y expresarme en esta nueva modalidad, el mensaje emerge con tanta claridad que no hay opción ni vuelta atrás.


Esta claridad no deja espacio para la duda; se ha convertido directamente en mi nueva manera de moverme por la vida. Ser consciente de este movimiento interno, de este flujo que transcurre sin interferencias y en total coherencia y armonía, me impulsa hacia nuevos horizontes. Una ligereza me envuelve, mientras un espacio de vacío fértil se abre dentro de mí, dejando emerger una espiral en movimiento que marca un ritmo nuevo, vibrante y lleno de posibilidades.


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El Valor de Elegirme: La Fidelidad que Nunca Miré


En esta nueva oleada que siento tan presente, se hace evidente que la fidelidad hacia mí misma adquiere un color y una magnitud completamente diferente.

Durante mucho tiempo, asocié el concepto de fidelidad con ser fiel a los demás: a la familia, a los amigos, a la pareja, al trabajo… pero nunca me detuve a sentir qué significa ser fiel a uno mismo. Era como si esa idea simplemente no existiera, y quizás por eso viví gran parte de mi vida con la sensación de estar fuera de lugar, como si estuviera excluida de la vida misma.


Es un desafío aprender a discernir entre lo que realmente sientes que es correcto para ti y lo que has creído correcto al interactuar con los demás. Toda la moralidad que hemos absorbido del entorno familiar, escolar o social, todo lo que hemos escuchado, aprendido y repetido, nos ha moldeado y alejado de nuestros valores más intrínsecos.

A menudo pensamos que solucionar lo externo es el camino de regreso a casa, cuando en realidad el verdadero camino siempre ha estado dentro de nosotros. Es un regreso hacia lo esencial, hacia nuestra verdad más genuina

Las ideas sobre lo que es correcto o incorrecto están tan profundamente arraigadas en nosotros que las vemos como inamovibles, como si fueran muros rígidos que nos contienen. Creemos que detrás de ellos no hay nada, que no hay opción, solo vacío. Sin embargo, cuando comienzas a vislumbrar nuevas posibilidades y te permites sentir de una manera diferente, algo dentro de ti se mueve, y una vez iniciado ese movimiento, ya no hay marcha atrás.


En este nuevo camino, vas recogiendo pedazos de ti como si fueran flores. Cada flor representa una parte de ti que dejaste atrás en algún momento de tu vida. Ahora, tienes la oportunidad de mirarla nuevamente, de integrarla. Estas experiencias son como pruebas que vuelven una y otra vez, ofreciéndonos nuevas oportunidades para transitar aquello que quedó pendiente y avanzar hacia la unidad de nuestro ser.

¿Cuántos de nosotros nos hemos anulado, silenciado o postergado en nombre de ayudar a los demás, olvidándonos de escucharnos a nosotros mismos? ¿Cuántos hemos asumido el rol de salvadores para otros, evitando enfrentar nuestro propio dolor?


Bailar al Ritmo de Mi Ser: Elegirme y Avanzar


Ser fiel a uno mismo es un acto de amor y cuidado personal. Es ponerte en primer lugar, cuidarte, respetarte, mimarte y acogerte en todas tus dimensiones, incluso en tu vulnerabilidad. Es aceptar cada parte de ti: tanto las que amas como aquellas que intentas esconder o incluso olvidar. Basta ya de negar lo que somos. Somos completos en nuestra imperfección, grandes en nuestra vulnerabilidad. Somos un milagro.


Para mí, ha llegado el momento de reconectar con lo que realmente soy, con mi esencia más genuina. Es tiempo de abrirme a nuevas aventuras y experimentar sin miedo. Ahora más que nunca, siento cómo el concepto de compromiso adquiere una forma distinta, un color diferente. Ya no se trata de los demás, sino de la responsabilidad que tengo hacia mi propia vida.


Reconocer la fidelidad a mí misma y fortalecer mi compromiso conmigo es, desde hoy, mi prioridad.




Vilassar de mar 25 de enero de 2025



 
 
 

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