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Este instante

¿Qué libertad o posibilidad aparece cuando me permito soltar lo conocido?


Escucho un reel de @MarioAlonsoPuig y me llama la atención que justamente hoy aparezca este tema. Llevo unos días sintiendo, de forma más profunda, un vacío que no puede ser comprendido desde la mente, pero que invade mi ser con una fuerza implacable.


Irremediablemente, la mujer que verdaderamente soy se está abriendo camino. Es como si estuviera quitándome, capa a capa, el traje que durante tanto tiempo me sirvió para moverme por este mundo. Siento que hay una parte esencial en mí que —sin explicación lógica— está gritando por abrirse paso, por encontrar ese camino de regreso a la esencia que siempre estuvo, pero que hasta ahora no había tenido la posibilidad de volver a ser.

Detrás de una nueva capa de vacío, en el desapego de lo que fui y de cómo solía moverme en el mundo…


Detrás del abrazo a la frustración que aparece cuando, al avanzar, percibes que cada persona lleva un ritmo distinto, que todo parece estar perfectamente colocado menos tú…Ahí, justo ahí, llega la revelación: una vez más, todo va solo de ti.


¿Qué es lo que me lleva a mirar al otro esperando que me entienda, cuando la única persona a la que me debo verdadera lealtad… soy yo misma?

La única que tiene la responsabilidad —y el privilegio— de comprenderme, soy yo.

Y, sin embargo, tantas veces he buscado en los demás ese gesto, esa palabra, esa acción que me haga sentir vista, comprendida, sostenida.

Pero ¿Cómo puedo pretender que alguien me entienda, si soy yo la que aún no ha logrado entenderme del todo? ¿Cómo puedo esperar una acción externa, si soy yo la que la está necesitando internamente y no se la está dando?

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Sylvia, suelta, me repito.

Suelta el control de que las cosas deben ser de una manera determinada.

Este es el camino del cambio: el tránsito desde los futuribles conocidos —aquellos que parecían estar atados a líneas del tiempo lógicas y controlables— hacia otros que nacen del vacío, de lo no transitado, de lo que no tiene referencia ni sabes en dónde agarrarte.


¿Qué es lo que sientes en este instante?

Se me abre el pecho…Y en esa apertura aparece la ligereza, la sensación de saltar hacia lo desconocido de la mano de la libertad, de la paz, del camino ligero.

Del movimiento sutil que no fuerza, que fluye orgánico, grácil, armonioso.


Quedémonos aquí un momento más…En este lugar donde no hace falta ninguna explicación.

Donde no importa lo que el otro hace.

Solo cuenta lo que yo estoy sintiendo.


Este es el verdadero compromiso: el que se abre hacia el espacio interno del sentir, él que me vincula con la verdad de quien realmente habito.

Un compromiso con el camino que emerge desde dentro, sin referencias externas que solo enturbian y desvían.

Y está bien así.

Me doy cuenta de que estoy dejando ir los filamentos de quien quise ser, de quien creí ser.

Filamentos del control.

Del conformismo disfrazado de necesidad de atención.

Esa parte que miraba hacia fuera y decía: “Hola… ¿me ves? Estoy aquí ¿Estoy salvada?"

Y ahora… en una capa mucho más profunda de todo eso, sí, me siento algo desorientada.

Es desorientación momentánea, lo sé.


Porque en esta encrucijada me estoy moviendo hacia el camino que realmente tiene claridad, aunque mi mirada aún se posa, por inercia, sobre el que siempre consideré mi única referencia.

Lo agradezco todo.

Lo que viví, lo que aprendí, lo que disfruté.

Quiero a todas las versiones de mi.

Las integro.

Las reconozco.

Porque todo —todo— está ocurriendo ahora, en este instante.


Sin más.



Vilassar de Mar, 3 de juliol 2025

 
 
 

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