Empatía, aceptación y amor incondicional

Desarrollar la compasión hacia el dolor de los demás en lugar de ver toda la potencialidad de la negatividad, todo un darse cuenta en donde el otro y uno mismo se convierten en las dos caras de una misma moneda.

Estoy inmersa en la lectura de uno de los libros que, dada su temática, colma por completo mi interés. Se trata de "El Don de tu Alma" de Robert Schwartz, que ofrece una visión mucho más atrevida sobre los inicios de nuestra experiencia de vida. Más allá de lo que nos han explicado y de los condicionamientos que hemos vivido desde la infancia, este libro proporciona una perspectiva complementaria mucho más amplia. Desde mi punto de vista, otorga una apreciación fundamental acerca del sentido de nuestra existencia.

Siento que me adentro en la información acerca de la verdadera amplitud del mundo en el que nos encontramos. Durante mucho tiempo he estado indagando en lo que representan nuestras vidas, el porqué y el para qué de nuestra existencia humana en este mundo. La vida que estamos disfrutando, la que conocemos desde la cotidianidad, y desde donde el convivir con el entramado de las relaciones nos lleva a detonar ciertos aspectos de nosotros mismos, que, enfrascados en nuestra experimentación de ellos en la versión más inconsciente, vamos repitiendo pantalla tras pantalla como un disco rayado.

¿podemos ver que el potencial de la negatividad también existe en nosotros? ¿podemos dejar de juzgar al tirano y sentir compasión por su dolor?

Cada información nueva nos da una amplitud en nuestro campo de percepción que nos lleva a un mayor entendimiento de los sucesos que vivenciamos. Tras cada comprensión nueva, nos llega una mayor sabiduría acerca de la experiencia en la que estamos sumergidos. Así pues, es un facilitador el desgranar las situaciones que emergen en nuestro día a día ya que nos muestran pistas de nuestros conflictos internos. Observando en detalle todo aquello que nos rodea, ya sea nuestra casa, las incomodidades con nuestras parejas, amistades o relaciones laborales, podemos detectar el abanico de pistas en nuestra propia creación. De nuestra dedicación en tomar apuntes sobre lo que nos sucede diariamente a nosotros mismos y en nuestro alrededor dependerá nuestro grado de comprensión, claridad y serenidad en nuestras vidas.

Las pequeñas cosas cotidianas que nos envuelven en nuestro dia a dia, nos aportan información de gran valor y necesitamos escudriñarlas con atención. Esto es de vital importancia puesto que si partimos de la base que la vida en la que estamos inmersos es el resultado de nuestra creación, en lugar de juzgar esa experiencia como algo externo a nosotros, separada y en ausencia de responsabilidad ¿ podemos preguntarnos por qué esta sucediendo de esa manera?. Si somos lo suficientemente hábiles y podemos darle claridad a esa situación y determinar el origen de su forma, podremos recolocar en nuestro interior aquello que quedó por resolver gracias a la comprensión del detalle de lo que nos rodea.

En nuestro libre albedrío está la clave del grado de dificultad de nuestra experiencia humana, nosotros tenemos la llave en todo momento de la manera en la que queremos experimentarla. Creo firmemente que nuestra evolución depende de la curiosidad que tengamos acerca de nosotros mismos, de esa duda razonable a cerca de cómo han sido nuestras elecciones, de las circunstancias que nos han llevado a tener esas determinadas experiencias y de nuestra destreza en la toma de conciencia de las situaciones que hayamos tomado en piloto automático. Es sumamente importante nuestra capacidad de detectar patrones de repetición, de permitir la incertidumbre o la incomodidad y de crear ese espacio de vacío fértil, ese ambiente para que lo nuevo pueda emerger. Depende de la capacidad que tengamos de experimentar desde lo fenomenológico, desde el permitir que suceda sin incidir, sin forzar, sin esperar, desde un modo observador lo mas neutro posible dando así espacio a que la vida se despliegue por si misma.

A medida que damos luz y que expresamos aquello que percibimos que no esta alineado con lo que somos, más emerge nuestra autenticidad. Aventurémonos a decirle al mundo todo aquello que llevamos en nuestro interior y que sin saberlo hemos mantenido oculto en el inconsciente con las capas de nuestra historia que nosotros mismos nos hemos ido contando a lo largo de nuestra vida y que en realidad, no existe.

Vilassar de mar, 6 de octubre de 2024