La calidez

Leo un post en redes sociales de un escritor famoso y esbozo una sonrisa. Es una confirmación de cómo me siento en este momento.

"Nuestra grandeza nace de la calidez. Estamos capacitados para mejorar muchas vidas, empezando por la propia y la de quienes tenemos cerca"- Alex Rovira -

Parece que la tendencia natural de los humanos es buscar afuera esa persona o ese lugar que nos revelará la clave para alcanzar la tierra prometida. Sin embargo, me doy cuenta de que esta búsqueda, más allá de llevarnos por la fantasía, está alejada de la realidad que estoy experimentando ahora. En este momento, siento que todo lo que necesitamos está dentro de nosotros mismos. Es verdad que nuestra experiencia actual nos invita a recordar la grandeza que ya somos. Aunque esto pueda contradecir las explicaciones convencionales, si logramos percibir esta chispa de luz, será el comienzo de nuestro viaje de regreso a casa.

Vivir el momento presente, liberándonos de las estructuras y permitiendo que nuestro ser se exprese libremente, aunque parece sencillo, a menudo lo complicamos. Hemos otorgado poder a elementos externos que nos llevan, de manera inconsciente, a actuar de formas que no están alineadas con nuestra mejor versión. Aunque sinceramente creamos que actuamos correctamente, es esencial detenernos y observar qué movimientos emergen desde ese espacio interno.

Ser auténticos en cada momento es lo que nos define como seres humanos genuinos. Debemos dejar atrás la búsqueda de la perfección y de lo que consideramos correcto, y reconocer que ya poseemos todo lo necesario para ser quienes somos en cada instante, sin necesidad de ocultarnos o de actuar de una manera determinada porque creemos que es la mejor. ¿Para qué? ¿Para quién?

Debemos prestar más atención al impulso que surge desde nuestro interior, ese primer movimiento que se manifiesta sin previo pensamiento. Esa es la guía que necesito en cada momento para mantener la coherencia y aceptar que "cualquier momento es un buen momento".

A menudo caemos en la tentación de postergar acciones porque pensamos que quizás no es el momento adecuado, ya que tendemos a compararlo con la imagen idealizada de cómo deberían ser las cosas, basándonos en los relatos que nos contamos a nosotros mismos. En mi caso, encuentro destellos de fantasía, quizás influenciados por los cuentos de Walt Disney que dejaron una huella profunda en mi inconsciente.

Lo maravilloso es que ahora tengo la oportunidad de elegir de manera diferente. Gracias a la información y comprensión que he adquirido a lo largo de los años, entiendo que soy yo quien elige el prisma a través del cual dirijo mi vida: el amor o el miedo.

Ahora entiendo con certeza que las circunstancias que vivo pueden interpretarse desde estas dos emociones; optar por verlas desde el amor es una decisión personal que me libera en lo mas profundo de mi ser.

Y tu, ¿desde qué lugar vas a mirarlo?