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Vivir intensamente el presente

Leo una frase en el libro que capta toda mi atención hoy y que ralentiza mi lectura, veo que me deja pensativa ... " para realizar este amor por la vida, vive intensamente el presente, como si fuese eterno..."


Siento que es la palabra 'eterno' la que me conmociona y me asiste la misma sensación que noté recientemente en una conversación con mi hermano. Cuando te das cuenta de que los años de vida que te quedan por delante son menos de los que ya has experimentado, e inconscientemente algo se rompe en nuestro interior al darte cuenta de que tu vida en este mundo es finita.


Cuando somos pequeños y tal vez ya no tan pequeños, habitas en una inconsciencia en la que vives, crees vivir y permites que la vida te arrolle bajo el influjo de la eternidad de la vida. Un sentimiento que, en la medida en la que vamos cumpliendo años, nos empieza a crear un vacío existencial como si fuera una espada de Damocles que juzga sin piedad el para qué de nuestras vidas.

Los estoicos pensaban que el secreto para vivir una vida feliz no estaba en las circunstancias, la riqueza ni el poder. Según ellos, para alcanzar la felicidad tan solo hay que aceptar las circunstancias en las que uno se encuentra y elegir vivir la vida de acuerdo a los propios valores. En mi experiencia, y aportando mis matices hacia esta reflexión, yo no lo entendí hasta hace bien poco, en el que el aceptar las circunstancias con las que uno se encuentra, para mi, significo tomar mi parte de responsabilidad al cómo estaba yo viviendo esas circunstancia en mi interior y aprender a autogestionarme para accionar el cambio desde mi. De este modo, al cambiar mi experiencia interna, cambia el tamiz a través del cual interpretas tu experiencia externa y así cambiar el matiz de la experiencia.


Dejar de luchar, salir de la confrontación para aceptar lo que es y desde esta aceptación accionarte en tus rutinas diaria que te encaminan hacia una posible nueva dirección.


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Siento que hay una sensación que brota desde mi corazón, una plenitud existencial que le da un sentido mas amplio a mi vida. Al intentar entender esta sensación, noto cómo las palabras se enredan en mi mente, tratando de encontrar una configuración que pueda capturar la experiencia que arrolla todo mi cuerpo. Es como estar inmersa en un continuo de la misma experiencia, sin interferencias, en un flujo constante de la experimentación de la vida con una intención bien simple que es la de transmitir estas sensaciones desde su misma cotidianidad.


En un momento de mi vida en la que he entendido que todo es mas fácil y que en la sencillez de lo cotidiano está la majestuosidad de lo grande, siento que es así cómo quiero influir, compartiendo mis sensaciones diarias desde mi percepción con la intención de ponerlas al servicio de la comunidad.

Hasta ahora, siempre creía que había algo magnífico fuera, algo más grande, brillante o mejor... Y cuando esto se ha colocado dentro de mí como un puzle que encuentra la pieza que no ubicaba, ha sido la llave que abrió lo que no supe ver antes. Ahora tengo claridad, herramientas e información suficientes que me permiten transmitir desde mi experiencia y comprensión cómo vivo la vida.

Mi cotidianidad, con todos los colores y matices que eso implica, permitirá que tú veas en mí tu mejor reflejo, aquel que te impulsa a avanzar y sentir que, al igual que yo he podido, tú también puedes emprender tu camino en cada instante. Un camino en el que ese vacío existencial que yo sentí lo pude transformar en una sensación de plenitud, de entrega a la vida y de contribución desde todo mi ser a este mundo.


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